Servicio de Estudios. BME.
Al cierre de 2012, una cuarta parte de la propiedad de las acciones de empresas nacionales cotizadas estaba en manos de familias españolas. Así lo desvela la actualización del informe sobre la Distribución de la Propiedad de las Acciones Españolas Cotizadas que anualmente se elabora en el Servicio de Estudios de BME. El dato es muy significativo porque son 4 puntos más que hace un año y el nivel más alto desde hace casi una década. Los inversores no residentes se mantienen como los principales propietarios de acciones españolas cotizadas en Bolsa con un porcentaje del 39,2% de valor de mercado, apenas 9 décimas menos que su nivel record. Las empresas no financieras son el tercer grupo de referencia con un peso en el conjunto del 21,7%. La reducción de 2 puntos en la participación de los Bancos y Cajas hasta el 5,2% y el repunte de las Administraciones Públicas hasta el 0,5% reflejan el impacto de factores relacionados con la crisis y la reestructuración del sector financiero español (ver Tabla en Excel).
Las familias aumentan su ahorro financiero en acciones
La participación de los hogares (familias) en la propiedad de las acciones cotizadas españolas aumentó casi cuatro puntos porcentuales en 2012 y se situó en el 25,1% del valor total de las acciones. Este nivel de participación es el más elevado desde el año 2004 y mantiene a las acciones cotizadas como uno de los destinos más importantes del ahorro financiero de las familias superando, incluso, a los fondos de inversión que se habían mantenido por encima de las acciones cotizadas durante casi 20 años.
Las adquisiciones netas de acciones cotizadas por parte de las familias durante el año 2012 alcanzaron cifras muy elevadas: 16.000 millones de euros en total, de acuerdo con datos del Banco de España. El fuerte repunte experimentado de 2012 acelera la tendencia al alza de la participación de las familias en la Bolsa que se inició tenuemente en 2008 con el inicio de la crisis y que se incardina con un tema más amplio e importante como es el destino del ahorro de las familias al cual hemos destinado mucha atención desde la revista BOLSA. La última vez en mayo de 2011 dónde ya se apuntaban algunas posibles tendencias interesantes [1].
No es fácil determinar con exactitud las causas de este renovado interés de las familias españolas por mantener mayor parte de su ahorro en acciones cotizadas, para ello habría que analizar la relación de algunas variables con mayor nivel de detalle. No obstante, a raíz de algunos hechos sobradamente conocidos pueden apuntarse algunas que parecen estar detrás del aumento del peso de las familias en la distribución de la propiedad de acciones. La primera de ellas podría ser la generosa política de retribución al accionista mantenida por las empresas cotizadas españolas en los últimos años. Una práctica que, además, se ha materializado de manera creciente en forma de scrip dividend o dividendo elección y dónde la mayoría de los accionistas han optado por recibir el pago en acciones en vez de en dinero efectivo[2]. En esta decisión mayoritaria han debido a su vez influir aspectos fiscales, de expectativas de rentabilidad en función de las alternativas vigentes y, sin duda, en alguna medida también las políticas de cuidado y fidelización del accionista seguidas por algunas importantes compañías españolas cotizadas[3]
El ajuste a la baja de las cotizaciones durante la crisis, los procesos de refuerzo del capital o recursos propios de las entidades financieras y no financieras o la huida del sector inmobiliario (tradicional y predominante refugio del ahorro familiar en España) tras su fuerte desplome, son también razones probables que ayudan a entender el aumento de la participación de los hogares en la distribución de la propiedad de acciones en 2012.[4]
Con los datos relativos a 2012, es previsible que la participación de los inversores individuales en la Bolsa española siga manteniéndose muy por encima de la media europea. En el último trabajo sobre la propiedad de las acciones en Europa publicado por la Federación Europea de Bolsas (FESE), elaborado con datos relativos a 2007, la participación de inversores individuales en la Bolsa española era del 20,1% del total, 6 puntos por encima de la media europea del 14% (ver artículo relacionado).
Los extranjeros mantienen su presencia en la Bolsa española y son líderes
Al cierre de 2012, los inversores extranjeros permanecían como los mayores propietarios de acciones españolas cotizadas con el 39,2% de valor de mercado, 8 décimas menos que el año anterior y apenas 9 décimas por debajo del registro de 2009 cuando marcaron su máximo histórico, con el 40,1%. Tras una primera parte del año 2012 muy tensa en los mercados financieros españoles, la relajación de los tipos de la deuda soberana española durante la segunda mitad de 2012 se vio refrendada por fuertes adquisiciones netas de acciones españolas por parte de inversores extranjeros: más de 5.500 millones de euros en el segundo semestre de acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Competitividad.
La participación de los inversores extranjeros en la Bolsa española toma distintas formas, desde participaciones de control a inversión a través de los denominados inversores institucionales, fondos de inversión y pensiones. Datos recientes proporcionados por FactSet sitúan el número de fondos de inversión y pensiones que participa en empresas del IBEX 35 en casi 9.000 por un valor de 72.000 millones euros incluyendo instituciones de inversión colectiva españolas. Entre los extranjeros destaca la participación de los fondos norteamericanos, superior a los 20.700 millones de euros y cinco veces más que la de las instituciones españolas. También los fondos franceses tienen una participación en compañías del IBEX superior a los 12.000 millones de euros, más del doble que las instituciones españolas (ver artículo relacionado).
Desde que se recopila esta estadística (1992), la participación de No Residentes siempre se ha mantenido por encima del 30%, producto de dos décadas de un intenso proceso de integración de la economía española en el ámbito financiero internacional y de la confianza de los inversores foráneos en nuestro mercado de valores. Centrando más el análisis en el último período, es significativo comentar que el repunte de la participación relativa de extranjeros en la Bolsa española a partir de 2006 es, en buena medida, consecuencia de la toma de control de empresas españolas importantes en capitalización por parte de compañías extranjeras, tal como ha sido el caso de la eléctrica Endesa adquirida por la italiana Enel. Entre 2006 y 2012, los inversores extranjeros aumentaron su porcentaje de propiedad de las empresas cotizadas en la Bolsa española en más de 6 puntos y medio porcentuales.
En suma, en un momento de profundos cambios en los canales financieros de la economía española, los inversores extranjeros se han convertido en un factor de estabilidad de gran valor para la Bolsa española.
Las empresas no financieras estabilizan su participación tras el fuerte descenso registrado en 2011
La participación de las empresas no financieras en la propiedad de acciones cotizadas apenas pierde cuatro décimas en 2012 hasta situarse en el 21,7%, tras haber perdido 4 puntos porcentuales en 2011. El endurecimiento de las condiciones de financiación para las empresas españolas sigue pesando, aunque con menos intensidad, en su estrategia financiera y las ha llevado a reducir sus carteras e inversiones en acciones en empresas cotizadas como medio para aligerar, en la medida de lo posible, su endeudamiento.
Apuntar que, como consecuencia de la proliferación de tomas de participación cruzada entre empresas cotizadas, las empresas no financieras habían aumentado su participación como propietarias de acciones cotizadas en la Bolsa española de forma especialmente significativa a partir de 1998 (5,5%) hasta alcanzar un máximo histórico en 2010 (26,1%). La cuota que presentan en 2012 es la más baja desde 2001, si bien permanecen como el tercer grupo de propietarios más relevante de la Bolsa española.
Bancos y Cajas vuelven a acercarse a los mínimos tras el repunte de 2011
Entre las conclusiones de la actualización de datos correspondientes a 2012 que anualmente realiza el Servicio de Estudios de BME sobre la estructura de la propiedad de las acciones de las empresas españolas cotizadas destaca la caída de mas de dos puntos de la participación de los bancos y cajas de ahorro hasta el 5,2%, otra vez cerca del mínimo desde que se publican estos datos marcado en 2010.
El año anterior, 2011, el alza de la participación de bancos y cajas estuvo relacionada con la reordenación del sistema financiero español que supuso primero la creación y después la cotización de nuevos bancos cuyo origen son las antiguas Cajas de Ahorro, en concreto CaixaBank, Bankia o Banca Cívica, cuyos propietarios importantes eran las Cajas de Ahorros, lo que explica en gran parte el aumento de la participación de las instituciones financieras monetarias (Bancos y Cajas de Ahorro). En 2012 se recupera la tendencia de fuertes desinversiones en compañías cotizadas por parte de los Bancos y Cajas españolas que ya había sido la tónica dominante a lo largo del trienio 2008-2010 durante el cual, desde un porcentaje del 9,4% al cierre de 2007 redujeron su participación a la mitad en apenas 3 años. Las fuertes desinversiones netas realizadas por las instituciones financieras españolas tuvieron y tienen como objetivo reforzar su liquidez para hacer frente a la compleja situación financiera que ha dejado la crisis. Ese entorno vuelve a confirmarse como plenamente vigente con los datos sobre la propiedad de acciones cotizadas españolas de 2012.
Participación baja y pocos cambios en las entidades de inversión colectiva
En cuanto a las Instituciones de Inversión Colectiva, grupo que incluye a los fondos de inversión, fondos de pensiones y SICAV, junto con otras compañías financieras no bancarias, su posición relativa en renta variable nacional se ha mantenido prácticamente igual en el último lustro y cierra 2012 como propietaria del 5,4% del valor de mercado de las empresas cotizadas españolas. Su participación sigue siendo baja en términos comparativos con otros mercados desarrollados. La cartera de acciones españolas de los fondos de inversión, de acuerdo con los datos de la CNMV correspondientes a 2012, apenas supera los 3.100 millones de euros tras haberse acercado a los 14.000 millones de euros en el año 2006. Igualmente poco representativa es la posición en renta variable nacional de los fondos de pensiones al cierre de 2012 que se sitúa ligeramente por encima de los 7.000 millones de euros.
El sector financiero en sentido amplio, incluyendo tanto Bancos y Cajas como instituciones de inversión colectiva, compañías de seguros y otras financieras (3%), es propietario al cierre de 2012 de un 13,6% del valor total de las empresas españolas cotizadas en la Bolsa. El máximo de participación desde que se recopila esta estadística es del 23% en el año 1997.
Repunte de las AAPP
La posición de las Administraciones Públicas (a través de diversos organismos estatales o entidades dependientes) como propietario de acciones cotizadas en la Bolsa española aumenta dos décimas hasta el 0,5% de la capitalización total como consecuencia del incremento de sus participaciones al cierre de 2012 en Bankia o el Banco de Valencia. Es el porcentaje más elevado de los últimos 14 años. Además el Estado tiene participación indirecta en empresas cotizadas a través de entidades bancarias nacionalizadas. Pero esas participaciones no figuran asignadas a las Administraciones Públicas sino al sector de los Bancos y Cajas.
[1] Para una información más detallada y en profundidad es recomendable consultar el informe completo “Ahorro Familiar en España” elaborado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) con la colaboración de BME en 2010 y publicado en la colección Papeles de la Fundación. Gran parte de las conclusiones, tendencias y recomendaciones apuntadas en esa obra colectiva están teniendo reflejo en la actualidad.
[2] Para ampliar la información ver el artículo “Remuneración al accionista en la Bolsa española: cifras, datos y tipología” publicado en junio de 2012 como parte del informe “Fórmulas de remuneración al accionista. Significado, implicaciones fiscales, contables y ejemplos”, realizado por el Servicio de Estudios de BME y disponible gratuitamente aquí.
[3] En el artículo “Los pequeños accionistas en el foco de atención de las empresas” publicado en el 2ºT de 2012 en esta misma web de BOLSA se habla de la buena valoración que los minoritarios hacen de las iniciativas de atención al colectivo que llevan a cabo las empresas. Un reciente ejemplo de este tipo de actividades lo constituye el Plan de Formación a Accionistas (PFA) puesto en marcha por BME hace pocos meses con un nivel de participación muy positivo (ver video 1; ver vídeo 2).
[4] Todas estas razones ya aparecen apuntadas en el artículo “La inversión directa en acciones por parte de las familias españolas” , publicado en 2010 como parte del informe “Ahorro Familiar en España” mencionado en la primera nota de pie de esta noticia.