El edificio de la Bolsa en el número 1 de la Plaza de la Lealtad cumple 125 años de existencia y está muy vivo. Entre los emplazamientos de las Bolsas europeas surgidos a mediados del Siglo XIX -prácticamente una veintena de los edificios bursátiles de Europa se construyen durante la segunda mitad de ese siglo- es prácticamente el único de sus coetáneos que sigue cumpliendo la función de lugar de encuentro financiero para la que fue creado. Salvo Nueva York, Francfort o alguna plaza más en Latinoamérica, no quedan ya edificios singulares que continúen justificando su comienzo bursátil, por más que ahora cumpla fines de representación y referencia académica del siempre especial mundo financiero-bursátil.
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CAPÍTULO 1 (PDF)