¿Cuál es la diferencia entre monedas y tokens?
No se puede hablar de activos digitales basados en la tecnología de registro distribuido (también conocida como blockchain) sin utilizar los términos «moneda» y «token». Históricamente, detrás de los supuestos sinónimos se esconden dos conceptos diferentes. Hasta hace poco, el término «moneda» denotaba criptomonedas como bitcoin
La delimitación del término «token» no siempre fue -y sigue siendo- clara. Tanto las monedas como los tokens representan un valor determinado, ambos pueden utilizarse para realizar pagos y ambos son intercambiables entre sí. Sin embargo, una criptomoneda solo funciona en su propia infraestructura de tecnología de registro digital (DLT), es decir, en su propia cadena de bloques (blockchain). Todas las transacciones relacionadas con la criptomoneda se registran y guardan en esa cadena de bloques. Por eso también existe el término «moneda nativa», que inmediatamente deja claro que esta criptomoneda es el medio de intercambio, o «lubricante», de esa blockchain.
¿Qué es un token?
La palabra «token» significa literalmente algo que sirve como indicación, prueba o expresión de otra cosa: un token es un signo, un símbolo, una pieza de juego o incluso un vale. En este sentido, incluso un cheque de regalo de 20 euros para una librería es un token porque, a diferencia de una moneda pura, un token también puede representar un activo o un título de propiedad de un activo. En última instancia, un token no es otra cosa que la titulización de la propiedad, y la titulización de la propiedad en el mundo digital se llama tokenización.
La amplia gama de aplicaciones potenciales de los tokens ha dado lugar a una extensa terminología. A continuación se muestra una de las muchas categorizaciones existentes de tokens:
Denominaciones alternativas para «moneda», es decir, una criptomoneda específica de una blockchain determinada.
Ejemplo: BTC
Una criptomoneda que permite a los titulares de tokens utilizar un producto o servicio basado en blockchain.
Ejemplo: GAS
Un activo convencional que se ha convertido en un token digital y se puede negociar en una blockchain específica.
Ejemplo: acciones de Apple tokenizadas
La criptomoneda de un proveedor que utiliza una infraestructura blockchain para ofrecer aplicaciones descentralizadas (DApps).
Ejemplo: AAVE
Una criptomoneda que se paga como recompensa por una acción concreta realizada.
Ejemplo: BIFI
Una criptomoneda que garantiza a los poseedores de tokens el derecho a votar (sobre el proyecto, el protocolo y los productos).
Ejemplo: FORTH
Una criptomoneda que otorga a los poseedores de tokens acceso a beneficios específicos para sus miembros.
Ejemplo: CHZ
Una criptomoneda de un videojuego basado en blockchain.
Ejemplo: AXS
Una criptomoneda creada por una persona, una comunidad o una marca con el fin de monetizar el trabajo realizado o la provisión de contenido.
Ejemplo: WHALE
Fuente: Kryptowährungen und der Dezentrale Finanzmarkt, Otter/Willmeroth, BoD, Norderstedt 2022
¿Qué tipos de tokens existen?
A menudo, los tokens se distinguen en tres categorías: payment tokens, utility tokens y asset tokens.
Los payment tokens son iguales que las criptomonedas antes mencionadas. Cada moneda digital existe en su propia blockchain como medio de intercambio sin valor intrínseco. Las stablecoins son una clase especial de payment tokens. Las stablecoins son criptomonedas menos volátiles porque su valor está vinculado a uno o varios activos «externos», como el dólar estadounidense, el euro o el oro.
Los utility tokens son vales digitales respaldados por un emisor como Ethereum, por ejemplo. Los compradores de utility tokens pueden canjearlos a cambio de un beneficio específico, como un derecho de voto o un servicio específico como, por ejemplo, un espacio de almacenamiento en la nube descentralizado.
Algunos utility tokens tienen un suministro máximo fijo de tokens. Si la demanda aumenta y la oferta de tokens es limitada, el precio de un token aumenta en consecuencia. De este modo, los inversores pueden especular sobre el aumento del valor del utility token con el tiempo. No sin razón se suele decir que «el mercado de valores opera en función de las expectativas»: expectativas sobre el crecimiento futuro de las ganancias corporativas de las que los accionistas de una empresa desearían beneficiarse en el futuro.
Cuando los inversores confían en que una empresa ha superado lo peor, ha recortado costes y ha ajustado la producción a las nuevas circunstancias, vuelven a comprar acciones y el precio de éstas empieza a subir. Eso explica por qué los mercados financieros no suelen reflejar el estado actual de la economía real, sino que anticipan su desarrollo futuro. Eso puede suceder incluso en medio de una recesión.
Un asset token representa un derecho de propiedad sobre un activo. Los asset tokens permiten negociar activos nuevos, así como activos existentes (por ejemplo, acciones, bonos o participaciones en fondos de inversión) en forma de security tokens en una bolsa de valores digitales como SIX Digital Exchange. El espectro de activos novedosos incluye activos no bancables, como bienes inmuebles y cuadros de arte. Por cierto, los tokens no fungibles, o NFT, de los que todo el mundo habla estos días también se clasifican como asset tokens.
¿Cuáles son las posibilidades de la tokenización?
La tokenización, es decir, la creación de un «token» digital que representa un activo o utilidad en entornos virtuales, es la puerta de entrada a todo un mundo de aplicaciones comerciales. En teoría, todo podría tokenizarse: desde datos (por ejemplo, datos necesarios para realizar una transacción económica), hasta la identidad, el arte o cualquier archivo digital (como en el caso de los NFT, tokens no fungibles que representan un activo único, verificable y exclusivo).
¿Qué normativa cubre los tokens a nivel de la UE y en España?
El Reglamento europeo sobre los criptoactivos (MiCA) es un marco histórico creado por la Comisión Europea (CE) que se centra en mantener la estabilidad financiera. También está diseñado para proteger a los inversores y promover una transformación generalizada en el sector de los criptoactivos en la UE. Los títulos III (relativo a los tokens referenciados a activos) y IV (relativo a los tokens de dinero electrónico) comenzaron a aplicarse en junio de 2024. MiCA entró en vigor en junio de 2023, pero el reglamento no se aplicará plenamente hasta diciembre de 2024.
Por otra parte, el régimen piloto DLT comenzó a aplicarse en la UE a partir del 23 de marzo de 2023. Proporciona el marco jurídico para la negociación y liquidación de operaciones con criptoactivos que califican como instrumentos financieros con arreglo a la MiFID II, al tiempo que facilita la creación de nuevos tipos de infraestructuras de mercado, incluidos los sistemas multilaterales de negociación DLT, los sistemas de liquidación DLT y los sistemas de negociación y liquidación DLT.
En España, la regulación de los activos digitales se ha centrado en la prevención del blanqueo de capitales y la protección de los inversores. Aunque no existe una legislación específica que regule exclusivamente los criptoactivos, se aplican varias normas generales, principalmente las transposiciones de normativa europea.
Además, se ha modificado la Ley del Mercado de Valores para dar cabida a los criptoactivos, y la circular de la CNMV relativa a la publicidad sobre criptoactivos regula la publicidad sobre criptoactivos, imponiendo requisitos de claridad y veracidad en la información ofrecida al público.
BME ha completado con éxito su iniciativa en el programa de experimentación del Eurosistema para la liquidación de pagos con tokens digitales del BCE. La propuesta, evaluó la integración de wCDBC en el ciclo de vida de un bono digital.