¿Qué son los ETFs?
Los ETFs o fondos cotizados son instrumentos de inversión híbridos entre los fondos y las acciones, de tal manera que reúnen la diversificación que ofrece la cartera de un fondo con la flexibilidad que supone poder entrar y salir de ese fondo con una simple operación en Bolsa.
Los ETFs son, por tanto, fondos de inversión cuyas participaciones se negocian y liquidan exactamente igual que las acciones. A diferencia de las participaciones de los fondos tradicionales, que solamente se pueden suscribir o reembolsar a su valor liquidativo (valor total de la cartera del fondo - gastos / nº de participaciones) que necesariamente se calcula tras el cierre de cada sesión, los ETFs se compran y venden en Bolsa, como cualquier acción, con las mismas comisiones.
La segunda característica fundamental de los ETFs es que son fondos indexados, esto es, su política de inversión consiste en replicar el comportamiento de un determinado índice de referencia (IBEX 35, DJ EuroStoxx 50, Nasdaq 100, DJ Industrial Average, IBEX Medium Caps...). A medida que la oferta de índices ha ido aumentando, también lo ha hecho la variedad de ETFs.
La liquidez de los ETFs es en esencia la misma de la cartera de valores que componen su índice de referencia, y el acceso a esta liquidez está garantizado por medio de la figura de los intermediarios especialistas que asumen el compromiso de ofrecer precios de compra y venta de las participaciones del ETF en todo momento a lo largo de la sesión. Tanto el diferencial entre ambos precios (horquilla o spread) como la profundidad, o volumen de títulos ofertados o demandados, deben mantener unos parámetros que se establecen previamente a su admisión a cotización y cuyo cumplimiento está supervisado por la Bolsa.
Los ETFs han abierto todo un nuevo abanico de oportunidades de inversión tanto para inversores particulares como para gestores institucionales, ya que permiten tomar exposición a países, regiones, sectores y diversas clases de activos a través de una simple operación en Bolsa, en tiempo real y a un coste inferior al de muchos otros vehículos de inversión.
Principales características de los ETFs
Accesibilidad
Los ETFs son activos muy accesibles para el inversor. La compra y venta de los fondos cotizados se realiza, al igual que con las acciones, a través de los intermediarios financieros habituales y en el mismo horario bursátil.
Flexibilidad
La operativa con ETF permite comprar o vender en cualquier momento de la sesión bursátil, sin tener que esperar a valorar la cartera del fondo y tener un precio al finalizar la sesión.
Transparencia
Como los ETFs representan a un índice, en todo momento se conoce la composición del ETF y como para ambos se puede disponer de información en tiempo real de sus cotizaciones, durante el horario contratación, sus precios son fácilmente contrastables. El mercado ofrece toda la información relevante sobre los productos negociados: precios, volúmenes, composición diaria de la cartera del fondo, valor liquidativo diario y valor liquidativo indicativo en tiempo real.
Liquidez
Los fondos cotizados son productos de gran liquidez. La negociación se realiza en el Sistema de Interconexión Bursátil y el inversor puede comprar y vender en cualquier momento de la sesión bursátil. Además, cada ETF cuenta con especialistas que aportan liquidez al fondo cotizado mediante su presencia permanente en el mercado tanto a la compra como a la venta.
Solidez
La utilización de los fondos cotizados es ya un constante en la operativa diaria de los inversores institucionales. Estos productos están ya consolidados en los mercados internacionales.
Ventajas de los ETFs
Diversificación
Cada participación ETF representa una cartera de acciones, que se negocian en un mercado, y que replica de forma eficiente a un índice.
Agilidad
Los ETF permiten obtener la exposición a una cartera de acciones o bonos con una única transacción.
Coste eficiente/Bajos costes de transacción
Si se quisiera replicar un índice, se tendría que formar una cartera de valores que incluyera todos los componentes de dicho índice según su ponderación en el mismo, adquiriendo participaciones del ETF se consigue el objetivo de replicabilidad en una única transación. Asímismo, hay que considerar, que en el primer caso, se debe realizar un seguimiento constante de los cambios y ajustes del índice para que la cartera replique de forma eficiente el índice, en cambio, a través de los ETF se pasa a una replicabilidad automática, ya que la función de seguimiento y recomposición del índice se deja en manos del gestor del fondo. Por otra parte hay que tener en cuenta que las comisiones que llevan implícitas estos fondos son reducidas al tratarse de fondos de gestión pasiva cuyo objetivo es la réplica de un índice bursátil.
Estrategia de cobertura
La operativa con fondos cotizados permite utilizar estrategias de cobertura de forma complementaria a los productos derivados.
Preguntas frecuentes
22 FAQs sobre ETFs
Los ETF (Exchange Traded Funds) o Fondos Cotizados en Bolsa son fondos de inversión cuyo objetivo es replicar la evolución de un índice o de una cesta de valores y cuyas participaciones o valores se negocian en mercados bursátiles electrónicos en tiempo real de la misma forma que las acciones, con total liquidez y transparencia.
La diferencia más significativa es que los ETF -se negocian en mercados bursátiles, el Sistema de Interconexión Bursátil en el caso español y el inversor puede comprar y vender en cualquier momento a lo largo de la sesión bursátil mientras que en los fondos de inversión tradicionales se opera una vez al día, al valor liquidativo conocido, al cierre del mercado.
Los ETFs se caracterizan por su transparencia dado que al ser fondos de gestión pasiva la composición de la cartera es conocida en todo momento.
Con un solo ETF se invierte mediante una única transacción en una cartera diversificada de valores, la correspondiente a su índice de referencia.
Dada la amplia gama de estrategias de inversion que permiten los ETFs, son adecuados tanto para el inversor institucional como para el inversor individual . Aunque se trata de un producto de gestión pasiva, se utilizan habitualmente en conjunción con acciones o fondos. Son adecuados tanto para inversiones a corto como a largo plazo. En todo caso, como en cualquier inversión, hay que tomar las precauciones necesarias: "CÓMO INVERTIR".
Los riesgos son los mismos que conlleva la inversión en acciones, aunque se puede considerar que el riesgo es más reducido por la diversificación que se consigue a través de una sola participación.
El procedimiento es idéntico al que se sigue para las acciones. Los inversores pueden comprar o vender ETFs a través de los intermediarios miembros de las Bolsas (Sociedades de Valores, Agencias de Valores y Entidades de Crédito).
Para los ETF referenciados a un mismo índice las diferencias radicarán en las especificaciones establecidas por las gestoras de cada fondo en cuanto a comisiones, política de dividendos y ratio de ínidce representado entre otras. Los detalles de cada fondo están recogidos en su folleto de emisión.
Serán los correspondientes a los cánones de contratación bursátil.
El gestor del ETF va recibiendo los dividendos que pagan las empresas que componen la cartera del fondo. Cada ETF establece una política de reparto de dividendos detallada en el folleto de emisión del fondo.
La transparencia es una de las principales características del mercado de ETFs. El inversor puede conocer toda la información relevante del fondo relativa a precios, volúmenes negociados, composición diaria de la cartera del fondo y de la cesta de valores, valor liquidativo diario y valor liquidativo indicativo difundido a lo largo de la sesión. Esta información se difunde a través de la página web y de los demás medios habituales habituales de difusión.
El precio del ETF viene determinado, al igual que en el caso de una acción, por la oferta y la demanda existente en el mercado a lo largo de la sesión bursátil.
Mientras el valor liquidativo se fija una vez al día, el precio de la participación será el de mercado en cada momento. La evolución de los precios de los valores que componen la cartera del fondo determinará el precio de mercado del fondo y, al cierre de la sesión el valor liquidativo.
La presencia y actuación de los especialistas en este segmento resulta fundamental para fomentar la liquidez de los ETF así como para favorecer su difusión y proceso de formación de precios. Mediante el mantenimiento de una horquilla de precios máxima para un determinado volumen, los especialistas permiten la realización de negociaciones en el mercado secundario a precios en línea con el valor liquidativo indicativo del ETF. Adicionalmente, mediante su actuación en el mercado primario, los especialistas facilitan el que el número de participaciones del ETF disponibles en cada momento en el mercado sea el adecuado.
La unidad mínima de contratación es una participación.
No, pueden existir variaciones . El fondo acumula los dividendos pagados por los valores que componen su cartera, incrementando el valor del mismo frente al índice corresponidente.
La labor de los especialistas incluye también hacer que en cada momento esa diferencia, más de la que se deriva de los diviendos acunulados, no sea sustancial. En todo caso, si fuera así se pondrían en marcha los mecanismos de arbitraje y se harían los intercambios oportunos entre el mercado primario (suscripción y reembolso de participaciones) y el mercado secundario (negociación).
Es el valor de cada participación en un momento concreto y varía diariamente en función de la evolución que experimente la cartera del fondo. La gestora determina el valor liquidativo oficial al cierre de la sesión, dividiendo el patrimonio del fondo por el número de participaciones en circulación.
Si, se obtiene aplicando al valor liquidativo oficial del fondo cotizado, que comunica la gestora diariamente, las variaciones del índice correspondiente . Así es posible hacer una comparación entre dicho valor liquidativo estimado y el precio del ETF en cada momento, de forma que, en caso de que haya una diferencia muy grande entre uno y otro, la ineficiencia se ponga de manifiesto.
Sí, la operativa es practicamente igual que la establecido para las acciones, por lo que es posible hacer operaciones tanto en el segmento de bloques como en lo referido a operaciones especiales.
Los folletos de emisión se pueden consultar en ésta web (están disponibles en la ficha de cada ETF cotizado) y en la web de la CNMV.
Es importante que el inversor lea el folleto de emisión antes de invertir en un ETF para conocer todos los detalles del fondo.
No. Los ETFs no tienen fecha de vencimiento.
Las ganancias procedentes de la transmisión de los Fondos de Inversión Cotizados en la bolsa española (los conocidos como ETFs o Exchange Traded Funds ETFs), se integran en la renta de ahorro. Por tanto, tributan al 19% los primeros 6.000 euros, al 21% de 6.000 euros a 50.000 euros, al 23% de 50.000 euros a 200.000 euros, y al 26% a partir de 200.000 euros, con independencia del período de generación de la ganancia de capital.
A diferencia de los Fondos de Inversión tradicionales, las ganancias patrimoniales de los ETFs no están sometidas a retención y el traspaso entre estos fondos en la bolsa española sí tributa (es decir, las ganancias obtenidas por los ETFs no estarían exentas hasta la desinversión definitiva en ETFs, como sí ocurre sin embargo cuando los traspasos se dan con dinero que viaja de un Fondo a otro de los tradicionales o no cotizados).
La diferencia entre el importe obtenido en la venta y el satisfecho en la compra de un ETF, es una ganancia/pérdida patrimonial que se integra en la base imponible del ahorro o en la base general, dependiendo del plazo en el que se haya generado.
Para el cálculo de la base imponible de este impuesto, los fondos de inversión cotizados se tratan como Instituciones de Inversión Colectivas - IICs - debiendo computarse sus participaciones por su valor liquidativo oficial (NAV) en la fecha de devengo del impuesto (31 de diciembre de cada año).
Las siglas corresponden a "Total Expense Ratio", y este dato indica el porcentaje que suponen los gastos soportados por el Fondo en relación con su patrimonio medio, desde el principio del año natural hasta la fecha. Los gastos totales incluyen las comisiones de gestión y depositaría, los servicios exteriores y otros gastos de explotación.
Es importante tener en cuenta que, salvo en diciembre, esta cifra no refleja datos anuales.
La composición de este concepto viene establecida en el Anexo de la Circular 3/1997 de la CNMV, sobre obligaciones de información a socios y partícipes de IIC de carácter financiero.