La crisis financiera y económica mundial cumplió cinco años en 2012 con tensiones e incertidumbres pendientes pero también con signos positivos visibles a medida que avanzaba el año. La vuelta de la economía mundial a una senda sostenible de crecimiento ha seguido siendo un arduo proceso a medida que los impulsos fiscales se agotan, la relajación monetaria muestra sus limitaciones y el necesario desapalancamiento o reducción de los grandes volúmenes de deuda acumulados por el sector público y los sectores privados de muchas grandes economías mundiales, entre ellas la española, se revela como un proceso largo y difícil.
La tensión financiera y económica mundial en 2012 se ha concentrado de nuevo en el área euro y especialmente en España e Italia pero ha ido de más a menos a lo largo del año, suavizándose de manera apreciable al cierre del ejercicio. A pesar de la mejora de las condiciones financieras en la segunda mitad del año, la actividad económica en los países periféricos del área euro ha empeorado ostensiblemente como consecuencia de la restricción financiera y el proceso de reparación de balances que están acometiendo al mismo tiempo tanto las familias como las empresas y el sector público.
En el caso de España, la crisis de deuda soberana y la recesión económica ha acentuado la incertidumbre sobre las entidades bancarias españolas y las dudas sobre la capacidad de reconducir las cuentas públicas. La prima de riesgo de la deuda pública a 10 años frente a Alemania llegó a alcanzar a alcanzar en julio niveles superiores a los 7 puntos porcentuales poniendo a España al borde de perder el acceso a los mercados de financiación y desencadenando la solicitud de rescate financiero para recapitalizar las entidades bancarias en dificultades y finalizar la reconversión del sector.
Con el euro en mínimos del año y la debilidad económica extendiéndose por Europa, se impuso la necesidad de tomar medidas superando el insuficiente marco institucional de la Unión Monetaria Europea. Así, el BCE decidía el 5 de julio una rebaja de 0,25 puntos de los tipos de interés de referencia hasta el 0,75%, unos días después los líderes de la Unión Europea aprobaban la ayuda financiera a España por importe máximo de 100.000 millones de euros para el sistema bancario y, adicionalmente, se abrían perspectivas de avance en el camino hacia una efectiva unión bancaria europea con una supervisión centralizada y la posibilidad de recapitalizar directamente bancos con problemas. El punto de inflexión se produjo a finales de julio con el BCE anunciando un papel más activo para preservar el euro, expectativa que se confirmaba en septiembre con el anuncio de un plan de intervención en los mercados secundarios de deuda de países en dificultades previa petición de ayuda a los fondos de rescate y sometimiento a su condicionalidad. Ya en octubre se producía la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el nuevo instrumento permanente de rescate y apoyo a la estabilidad financiera de la zona euro con una capacidad financiera de hasta 700.000 millones de euros. Las medidas y decisiones adoptadas y la estabilización de la actividad económica mundial conseguían atenuar las tensiones en los mercados de deuda soberana europeos y las primas de riesgo de los países en dificultades como Italia y España se reducían de forma significativa hasta cerrar el año por debajo de los 4 puntos porcentuales.
Como no podía ser de otro modo, la Bolsa española ha sido a lo largo del ejercicio 2012 un fiel reflejo de las tensiones sobre la deuda soberana y ha sufrido una primera parte del año muy negativa, con el IBEX 35 cayendo un 30% hasta julio, y una esperanzadora segunda parte con una subida del 36% hasta el cierre del año.
El año se cerró de manera moderadamente positiva para los mercados bursátiles mundiales sobre todo a partir del alivio de las tensiones financieras en Europa. Los índices de ámbito mundial sumaron ganancias por encima del 13%, retomando así la senda de recuperación bursátil que comenzaba con sustanciales ganancias en 2009 tras el primer impacto de la crisis, continuaba en 2010 y se quebraba en 2011. La volatilidad en los mercados bursátiles también se redujo de manera importante aunque permanece alta en mercados sometidos a tensiones como la Bolsa española.
Los índices de Europa continental han mostrado la intensa divergencia entre el centro y la periferia aunque con castigos inferiores a los del año 2011 en países como España. En los extremos, el IBEX 35 español perdía en 2012 un 4,7% frente a las ganancias del 24,4% del DAX Alemán o el ATX austríaco (+27%). El FTSE MIB de Italia (+7,8%) o el PSI portugués (+7,7%) resurgían tras las fuertes caídas de 2011, superiores a las del índice español. El Euro Stoxx 50 ganó un 13,8% en 2012, en línea con los índices mundiales.
Igualando la referencia media mundial ha quedado en 2012 en índice norteamericano S&P 500 (+13,4%), mientras el Nasdaq 100 (+16,8%) ha vuelto a quedar en 2012 por encima al igual que el año anterior. Los indicadores bursátiles de los mercados emergentes han igualado prácticamente la media mundial: el MSCI Emerging Markets ha ganado un 13,9%.
En un contexto internacional de reducción de los volúmenes negociados en los mercados de acciones como consecuencia de la incertidumbre generada por la crisis y por los cambios regulatorios que afectan a las actividades de intermediación financiera, el volumen de negociación registrado en 2012 en la Bolsa española ha ascendido a 699.000 millones de euros. El descenso del 24% respecto al mismo periodo del año anterior es consecuencia, en mayor medida, de las medidas tomadas por el organismo supervisor del mercado de valores español de prohibir de forma transitoria las posiciones cortas (“short selling” en terminología anglosajona) sobre valores financieros en enero y febrero y sobre todos los valores del mercado a partir de julio y hasta finales de enero de 2013. El número de negociaciones en el mercado ha alcanzado los 40,6 millones con un descenso limitado, un 11%.
El modelo de mercado español, reconocido por el World Economic Forum como uno de los más desarrollados del mundo, ha funcionado con solvencia a la hora de proporcionar liquidez, transparencia, valoración y garantías a los inversores y en 2012 se ha producido un hito importante en la historia de la Bolsa española. En abril entró en funcionamiento la nueva plataforma SIBE que ha multiplicado por diez la capacidad de respuesta del sistema que soporta la negociación de acciones, warrants, certificados y ETFs, con estándares de seguridad muy elevados. Además, se han puesto en marcha servicios que favorecen el acceso a las plataformas de negociación.
A pesar de las difíciles condiciones de mercado y las fricciones provocadas por las sucesivas prohibiciones temporales de las posiciones cortas, las horquillas de liquidez de las acciones españolas cotizadas (el spread o distancia entre el mejor precio de oferta y el mejor de la demanda) permanecen en niveles estrechos y eficientes. La horquilla media del IBEX 35 en 2012 se situó en el 0,11% con algunos repuntes en el año como consecuencia de la ya mencionada prohibición que provoca un deterioro en la eficiencia del mercado.
El volumen de negociación de acciones de los principales valores españoles cotizados en un marco europeo también refleja los más que satisfactorios niveles de liquidez alcanzados. Además, esta liquidez se concentra en la Bolsa española, su mercado de referencia. Con datos del índice EuroStoxx 50, las acciones de Santander, Telefónica y BBVA son los tres valores más líquidos del área euro por volumen de contratación en su mercado de admisión, Repsol se sitúa en el puesto 6, Inditex, apenas un año después de su incorporación al índice de los 50 principales valores del área euro, en el puesto 9 e Iberdrola en el puesto 16.
La capitalización del mercado español se situó al cierre de 2012 en los 946.000 millones de euros, un 2% menos que al cierre de 2011. Sectores como Telecomunicaciones y tecnología; Materiales Básicos, Industria y Construcción o Petróleo y Energía han perdido valor bursátil mientras Bienes de Consumo y Servicios de Consumo lo han ganado. El sector de Servicios Financieros e Inmmobiliarios, que incluye las entidades bancarias, ha permanecido estable en términos de valor bursátil.
El número de compañías admitidas en todos los segmentos de la bolsa española cierra 2012 en 3.273, ligeramente por debajo del año anterior por la disminución de SICAVs cotizadas en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Los resultados de las compañías cotizadas españolas han reflejado el deterioro de la demanda interna en España, el aumento de las coberturas de activos dañados para sanear sus balances y el incremento de los costes financieros. La presión sobre los resultados ha sido especialmente intensa en las entidades bancarias, obligadas por las sucesivas reformas financieras a redoblar sus esfuerzos para provisionar los activos dañados. Los resultados de las compañías cotizadas hasta el tercer trimestre de 2012 ceden un 35,5% y las ventas aumentan un 7,6%.
Es reseñable el esfuerzo realizado por muchas empresas españolas por avanzar en su expansión internacional. Las ventas en el exterior adquieren cada vez mayor relevancia y están compensado el estancamiento sufrido por la facturación interior. En el primer semestre de 2012 la facturación exterior de las cotizadas españolas aumentó casi un 16% para alcanzar un 59,63% del total.
A pesar del deterioro de las cuentas de resultados, las empresas cotizadas han continuado haciendo esfuerzos por mantener elevada la retribución al accionista, lo que ha permitido que la rentabilidad por dividendo en la Bolsa española siga siendo de las más altas del mundo, 7% al cierre de diciembre de 2012, de acuerdo con los datos de MSCI (Morgan Stanley Capital International). Y ello a pesar de que el año 2012 empezaba con la mala noticia para los accionistas: uno de los mayores atractivos de la inversión en acciones en los últimos años, el dividendo, se veía penalizado por la elevación de la tributación de los rendimientos de capital.
Para poder cumplir simultáneamente con la necesidad de desendeudarse, aumentar sus ratios de capital y satisfacer las expectativas de renta periódica de muchos accionistas, las empresas han acudido a mecanismos de reparto variados, pero principalmente basados en la entrega de derechos de suscripción de títulos nuevos de la compañía, el conocido como “scrip dividend”. La retribución total al accionista en 2012 supera los 27.150 millones de euros de los cuales 8.875 millones de euros, más de un tercio y más del doble que el año anterior, han sido en acciones.
La necesidad de reducir el volumen de endeudamiento de las compañías cotizadas y equilibrar la excesiva dependencia del crédito bancario otorga a los mercados de valores un papel reforzado y esencial en la regeneración del tejido productivo de la economía española. Así, el peso de la financiación en forma de capital continúa aumentando y las empresas cotizadas en la Bolsa española han ampliado capital por un valor de mercado efectivo de más de 31.505 millones de euros, cifra históricamente alta. Muchas de estas ampliaciones están relacionadas con la reordenación y saneamiento del sector bancario en España y persiguen fortalecer sus fondos propios y adaptarse a las nuevas regulaciones en materia de capital.
En 2012 el total de nuevos flujos de inversión canalizados por la Bolsa española a través de ofertas públicas de venta y suscripción, ampliaciones de capital y nuevas admisiones a cotización ha superado los 36.950 millones de dólares, situándose entre las primeras del mundo de acuerdo con datos de la Federación Mundial de Bolsas (WFE).
Por su parte, la actividad corporativa ligada a Ofertas Públicas de Adquisición (OPAs) ha sido escasa, 4 operaciones, pero relevante. Una entidad bancaria de dilatada trayectoria bursátil, Banco Pastor, ha sido adquirida mediante una OPA por valor de 1.160 millones por el Banco Popular. Ya en diciembre, la compañía aérea IAG presentaba ante el organismo supervisor una OPA sobre el 54% de las acciones de Vueling que no poseía y Banco Santander comunicaba su intención de absorber su participada Banesto.
La restricción financiera que afecta a la economía española se manifiesta con especial intensidad para las compañías de menor tamaño con proyectos de expansión. Es en esta coyuntura donde adquiere todo su significado el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión, mercado promovido por BME y diseñado para facilitar el acceso de las medianas y pequeñas empresas a los mercados de valores. A finales de 2012 son 22 las compañías cotizadas y gana solidez como alternativa de financiación de mercado dentro del escenario de restricciones a la financiación bancaria para las Pymes.
Además de cinco incorporaciones al MAB (Bionaturis, Carbures Europe, Ibercom, Suavitas e 1nKemia ) mediante Ofertas Públicas de Suscripción, se han llevado a cabo nueve operaciones de ampliación de capital de empresas cotizadas en este mercado por importe de más de 30 millones de euros; la última de ellas por valor de 18 millones de euros, realizada por Let’s Gowex, la mayor del mercado desde su nacimiento. La combinación que ofrece el MAB de financiación, liquidez para los accionistas, valoración permanente o reconocimiento público de las compañías, lo convierten en un instrumento de gran potencial como punta de lanza del cambio en el modelo de financiación de las empresas españolas. Así lo han reconocido diferentes instancias públicas que lo han apoyado con incentivos fiscales o ayudas económicas a las empresas para preparar su salida al mercado.
El mercado de Deuda pública española se ha visto sometido a grandes tensiones a lo largo de 2012. El bono español a 10 años, que iniciaba el año con tipos del 5,06% se encarecía más de 2,5 puntos en poco más de medio año y alcanzaba el 24 de julio su nivel máximo desde el nacimiento de la moneda única en el 7,53% poniendo a España al borde de perder el acceso a los mercados de deuda.
La aprobación de la asistencia financiera europea para recapitalizar la banca española y el rol más activo anunciado por el Banco Central Europeo a la hora de defender el euro conseguían atenuar las tensiones y los tipos de interés de la deuda española caían fuertemente hasta situarse al cierre de diciembre en el 5,23% más de dos puntos por debajo del nivel máximo alcanzado en julio. La prima de riesgo también se reducía de forma apreciable hasta los 3,92 puntos.
No solo los tipos de interés en el mercado de Deuda pública española se han visto afectados por las tensiones, también los volúmenes de contratación arrojan cifras significativamente inferiores a las de 2011. Han descendido un 30% en 2012 con algo más de 4,74 billones de euros en operaciones de compraventa simple al contado de acuerdo con datos de la Central de Anotaciones de Deuda Española supervisada por el Banco de España y cuya liquidación se realiza en Iberclear. La operativa electrónica en deuda pública canalizada mayoritariamente a través de la plataforma electrónica de negociación de Deuda Pública de BME, acumula un volumen de negociación en 2012 de 40.034 millones de euros.
A pesar de las dificultades, las emisiones en el mercado primario de Deuda Corporativa ha registrado un notable incremento en el presente año en España, con un volumen acumulado en 2012 de 364.000 millones de euros, un 31% más que el mismo período del año anterior. El incremento se produjo tanto en lo que se refiere a los activos de corto plazo como a los de medio y largo plazo. Los pagarés han registrado un volumen de emisión de 134.347 millones de euros (+32%) y las emisiones de activos de medio y largo plazo han alcanzado un volumen de 229.627 millones de euros, con un incremento del 30%.
La favorable evolución del mercado primario o de emisión se ha desenvuelto en paralelo con la misma tendencia en el mercado mundial de bonos, que ha registrado una revitalización, especialmente en los últimos meses del año.
Por su parte, la actividad negociadora en el mercado de Deuda Corporativa ha sido menos intensa en 2012 con un volumen que ha superado los 2,56 billones de euros, la mitad que el año anterior.
Cuando se cumplen dos años y medio de funcionamiento, la actividad del SEND (Sistema Electrónico de Negociación de Deuda), la plataforma electrónica de Renta Fija para particulares creada por BME muestra una clara progresión en cuanto a sus volúmenes, tanto en términos de efectivo como de operaciones. La mejora de la calidad del mercado es visible en el estrechamiento de las horquillas entre las posiciones de compra y venta y en la accesibilidad de la información para los inversores particulares.
Entre los proyectos para un próximo futuro está la incorporación al SEND de los valores de Deuda Pública lo que redundaría en un acercamiento y una simplificación del acceso a estos activos por parte de los pequeños inversores. Un paso más en el camino hacia un sistema financiero más desintermediado.
MEFF, el mercado de opciones y futuros de BME, mantuvo en el año 2012 un volumen de contratos negociados, 67,17 millones, similar al del anterior ejercicio y con un comportamiento destacado de las opciones sobre el IBEX 35 (+91%) y las opciones sobre acciones individuales (+17%). Si bien la volatilidad de los primeros meses del año aumentó las necesidades de cobertura y produjo un incremento inicial de los volúmenes, la actividad del mercado se ha visto lastrada por la prohibición de las posiciones cortas.
Entre las novedades del año destaca el lanzamiento de un contrato de Futuro sobre el bono nocional a 10 años con el objetivo de servir de instrumento de cobertura y ofrecer nuevas oportunidades en la ejecución de estrategias y trading, y la ampliación del horario de negociación de los contratos de futuros sobre el IBEX 35 para coincidir con otras bolsas internacionales.
Al igual que en los años precedentes desde el inicio de la crisis financiera, los mercados de productos derivados han continuado siendo objeto de intensa reforma regulatoria a lo largo de 2012. El elevadísimo volumen de estos productos que se negocia de forma bilateral y no sujeta a reglas de negociación o condiciones estándar (lo que se conoce como mercado de derivados “over the counter” u OTCD) mantiene encendida la alerta sobre el riesgo sistémico que acumulan y la necesidad de mejorar la transparencia de estos mercados. Entre las medidas propuestas está encauzar la negociación de estos productos desde el mercado OTC de negociación bilateral a plataformas electrónicas de mercados organizados, que se compensen a través de cámaras de Cámaras de Contrapartida Central (CCP), así como requerir el uso de registros de operaciones (Trade Repositories) en el caso de derivados OTC con dificultades para ser estandarizados. Para derivados no liquidados a través de CCPs se ha propuesto que sea obligatorio el depósito de garantías y márgenes.
El número de Fondos Cotizados a disposición del inversor en la Bolsa española se eleva al cierre de 2012 a 73 con un volumen de negociación efectivo de 2.699 millones de euros. Destaca el crecimiento del número de negociaciones, un 27%, como indicador de la popularización de este instrumento para llevar a cabo estrategias hasta hace pocos años restringidas a los inversores institucionales.
Entre los nuevos servicios puestos en marcha por BME, en 2012 cerrará su primer ejercicio completo MEFFPower, que ofrece servicios de Cámara de Contrapartida Central (CCP) para los derivados sobre energía eléctrica. Se ha consolidado su operativa con un creciente registro en Cámara y número de participantes que ya han alcanzado los 39. El promedio mensual registrado en MEFFPower en 2012 es un 72% superior al del año anterior.
También entre los servicios de Cámara de Contrapartida Central se encuentra MEFFREPO que desempeña este servicio para repos de Deuda Pública. A finales de 2012 cuenta con 32 entidades participantes y durante el año 2012 ha visto progresivamente aumentados sus volúmenes y número de operaciones. Desde el mes de mayo los volúmenes mensuales han superado en todos los casos los 100.000 millones de euros. El saldo vivo de operaciones no vencidas en las que MEFFREPO actúa de contrapartida ha ido creciendo hasta alcanzar el último mes del año una cifra media de 28.317 millones de euros.
También 2012 ha vuelto a ser un año intenso en medidas regulatorias para hacer frente a la difícil situación económica que atraviesa España y, en especial, para reordenar su sistema bancario. En febrero de 2012 se aprobaba un nuevo Real Decreto-Ley (2/2012) que elevaba de nuevo las exigencias de cobertura de la exposición al sector inmobiliario. Una vez aprobada en julio la asistencia financiera a España por importe de hasta 100.000 millones de euros condicionada al cumplimiento de un Memorando de Entendimiento (MoU) con 32 condiciones, el 31 de agosto de 2012 el Gobierno plasmó en el Real Decreto-Ley 24/2012, parte de los compromisos asumidos en el MoU, mediante el establecimiento de un nuevo marco de restructuración y de resolución de entidades, que podrán liquidarse a través de la venta del negocio, la transmisión de activos a un banco puente o la transmisión de activos a una entidad de gestión de activos denominada Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida coloquialmente como “banco malo”.
En el ámbito europeo ha destacado en 2012 la aprobación final del reglamento sobre infraestrucuturas de los mercados de valores europeos, el conocido como Reglamento EMIR, cuyo fin es dotar de mayor seguridad y transparencia al mercado de derivados no negociados en Bolsa (OTC), el establecimiento de reglas comunes para las entidades de contrapartida central (CCPs) y las reglas para establecer la interoperabilidad entre cámaras. También se ha avanzado en la renovación de la Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros, MiFID II y Reglamento MiFIR, cuya aprobación se esperaba a corto plazo.